Tour Clásico de 7 Días por el Tíbet: Lhasa, Shigatse, Monasterios Drepung y Sera, Lago Namtso

  • Descubre el Palacio de Potala y el Templo Jokhang para sumergirte en la historia tibetana; visita los monasterios de Drepung y Sera para vivir una profunda experiencia espiritual; déjate cautivar por la belleza incomparable del Lago Namtso.

    Desde Lhasa, visita los monasterios de Drepung y Sera en la ciudad antes de continuar hacia Shigatse; en el camino de regreso, disfruta del Lago Namtso y emprende el retorno lleno de recuerdos inolvidables.


  • Day 1

    Llegada a Lhasa

    Duración del trayecto: 1 hora, 60 km, altitud 3.600 m

    Hoy llegas a Lhasa, conocida como la “Ciudad del Sol”. Tu guía tibetano te recibirá calurosamente con una tradicional khata, una bufanda blanca que simboliza pureza y bendiciones. De camino al centro de la ciudad, cruzarás el Puente del Río Lhasa, donde un paisaje totalmente diferente al del interior de China comenzará a desplegarse ante tus ojos: cielos despejados, aguas azul profundo y banderas de oración ondeando al viento. Finalmente has llegado a la ciudad sagrada con la que tanto soñabas. Tras registrarte en el hotel, descansa para aclimatarte a la altitud.

    Lhasa es la capital de la Región Autónoma del Tíbet y su centro político, económico y cultural. Esta ciudad antigua y misteriosa es también un centro espiritual del budismo tibetano, con un profundo legado histórico, tradiciones religiosas vivas y paisajes naturales imponentes.

    Ubicación geográfica
    Lhasa se encuentra en el suroeste de China, al sureste de la Región Autónoma del Tíbet, en la parte alta del río Lhasa, afluente del Yarlung Tsangpo (río Brahmaputra). Su altitud promedio es de aproximadamente 3.650 metros, lo que la convierte en una de las ciudades más altas del mundo.

    Historia y cultura
    Famosa por sus paisajes pintorescos, su larga historia, costumbres únicas y profunda espiritualidad, Lhasa ha sido reconocida con numerosos títulos: “Ciudad Turística Excelente de China”, “Ciudad Favorita de los Turistas Europeos”, “Ciudad Civilizada Nacional”, “Ciudad Más Segura de China”, y ha sido incluida entre las “200 Ciudades con Más Encanto del Mundo” y las “100 Ciudades Imperdibles de China en 2018”.

    Lugares turísticos
    Lhasa alberga numerosos sitios históricos y religiosos. El Palacio de Potala, el Templo de Jokhang y el Palacio de Norbulingka están inscritos como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Otros lugares destacados incluyen el Monasterio de Drepung, el Monasterio de Sera, el Templo de Ramoche, el Parque Zongjiao Lukang, las Tumbas de los Reyes Tibetanos, el Monasterio de Chubu, la Gran Mezquita de Lhasa, las Ruinas de Qugong, el Museo del Tíbet, el Monte Yaowang, y el conjunto de monasterios de la escuela Drigung Kagyu. Las principales zonas comerciales son la calle Barkhor, la calle peatonal Yutuo y los Grandes Almacenes de Lhasa.

    Gastronomía local
    En Lhasa, comienza el día como un local con un tazón de fideos tibetanos y una taza de té dulce. Al recorrer las calles, verás con frecuencia puestos de liangfen (fideos fríos de gelatina), ya sea en tiras o en pasta. Se sirven con ajo, chile y otros condimentos, formando una comida sencilla pero sabrosa.

    En las primeras horas del día, muchos tibetanos también beben el tradicional té con mantequilla de yak, una bebida salada hecha con té negro, mantequilla y sal, ideal para calmar el hambre y mantenerse caliente. Otro alimento básico es el tsampa, preparado con harina de cebada tostada mezclada con té de mantequilla. La cebada tibetana es el principal cultivo del altiplano y un pilar fundamental de la dieta local.

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  • Day 2

    Palacio de Potala – Templo Jokhang – Calle Barkhor – Hotel

    Traslado + Visita + Comidas: Total 9 horas, 100 km, altitud 3.650 m

    Palacio de Potala (布达拉宫)
    El Palacio de Potala se encuentra en la colina Marpori («Colina Roja»), al noroeste del centro de Lhasa, capital de la Región Autónoma del Tíbet, en China. Es un majestuoso complejo arquitectónico en forma de palacio-fortaleza, construido originalmente en el siglo VII por el rey tibetano Songtsen Gampo con motivo de sus matrimonios con la princesa Bhrikuti de Nepal y la princesa Wencheng de la dinastía Tang.

    Reconstruido en el siglo XVII, se convirtió en la residencia de invierno de los Dalái Lamas y en el centro del poder político y religioso del Tíbet. Hoy en día, es considerado el palacio más alto del mundo, uno de los más grandes de su tipo y uno de los símbolos arquitectónicos más representativos del Tíbet.

    Su estilo arquitectónico fusiona influencias del Tíbet, China (Tang), Nepal e India, convirtiéndolo en un lugar sagrado del budismo tibetano y en un patrimonio cultural de gran importancia histórica. Actualmente, está compuesto por el Palacio Blanco, que servía para funciones administrativas, y el Palacio Rojo, dedicado a actividades religiosas.

    El palacio aún alberga a unos 80 monjes residentes. Durante la visita, es habitual ver a monjes barriendo, rezando o recitando sutras. Más que un «museo lleno de tesoros», el Potala es en realidad un enorme templo vivo, con incontables escrituras sagradas, estatuas de Buda y estupas que guardan las reliquias de grandes lamas y maestros espirituales.

    Multitudes de fieles tibetanos lo visitan en peregrinación, recitando mantras, girando ruedas de oración y realizando postraciones completas. Con devoción, tocan con las manos, la frente o el cuerpo las banderas, puertas y suelos frente a las estatuas sagradas del templo.

    Templo de Jokhang (大昭寺)
    El Templo de Jokhang es uno de los templos más sagrados del budismo tibetano, con una enorme relevancia religiosa tanto en el Tíbet como a nivel internacional.

    Centro espiritual del budismo tibetano
    Construido durante el reinado del rey Songtsen Gampo, el Jokhang representa la introducción y expansión del budismo en el Tíbet. Se le considera el corazón espiritual del Tíbet.

    Centro de enseñanza y práctica religiosa
    El templo también actúa como centro educativo monástico, donde los lamas estudian las escrituras budistas, la filosofía y realizan prácticas religiosas diarias y rituales sagrados.

    Destino de fe y peregrinación
    El Jokhang recibe cada día a miles de peregrinos que vienen a rezar, ofrecer incienso y circumvalar el templo en busca de paz interior, sabiduría y bendiciones espirituales.
    En 1994, el templo fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destacando su valor artístico, arquitectónico y religioso en el contexto global.

    Calle Barkhor (八廓街)
    La Calle Barkhor (también conocida como Bakuo) es el centro espiritual y cultural del casco antiguo de Lhasa. Rodea el Templo de Jokhang y forma un tradicional circuito de peregrinación (kora) donde la fe y la vida cotidiana se entrelazan con armonía.

    Pasear por Barkhor es como entrar en un mundo atemporal lleno de espiritualidad, historia y color.

    Paraíso de compras
    A lo largo de la calle encontrarás tiendas y puestos que venden objetos rituales budistas, trajes tradicionales tibetanos y artesanías locales. Destacan las thangkas (pinturas religiosas), joyería artesanal, ruedas de oración y artículos en cobre, ideales como recuerdo o para devotos.

    Sabores del Tíbet
    Barkhor también es un lugar excelente para degustar la gastronomía tibetana. Prueba el té de mantequilla de yak, la cerveza de cebada (chang), pasteles tibetanos y otros platos típicos que ofrecen una experiencia culinaria única.

    Experiencia cultural viva
    Más que un mercado, Barkhor es un museo al aire libre de la cultura budista tibetana. A lo largo de la ruta descubrirás templos antiguos, altares, murales, estandartes de oración y casas tradicionales que reflejan la rica herencia espiritual y arquitectónica de la región.

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  • Day 3

    Monasterio de Drepung – Monasterio de Sera – Hotel

    Traslado + Visita + Comidas: Total 9 horas, 100 km, altitud 3.650 m

    Monasterio de Drepung (哲蚌寺)
    El Monasterio de Drepung es uno de los seis grandes monasterios de la escuela Gelug del budismo tibetano (conocida como la escuela del sombrero amarillo). Su nombre en tibetano significa «monte de arroz», simbolizando la prosperidad y abundancia. Se encuentra a unos 10 km al oeste de Lhasa, en la ladera sur del Monte Gambo Utse, y fue fundado en 1416 por Jamyang Chöje Tashi Palden, discípulo de Tsongkhapa, el fundador de la escuela Gelug.

    Durante su apogeo, Drepung albergaba a más de 10.000 monjes, poseía 141 propiedades y más de 540 pastizales, lo que lo convirtió en el monasterio más grande del budismo tibetano. Sus estructuras blancas se extienden por la ladera, asemejándose a un gran montón de arroz, de ahí su nombre.

    Junto con los monasterios de Ganden y Sera, Drepung forma parte de los Tres Grandes Monasterios de Lhasa, y es considerado el más prestigioso dentro de la tradición Gelug.

    Monasterio de Sera (色拉寺)
    El Monasterio de Sera, cuyo nombre completo es “Gran Monasterio Mahayana de Sera”, es otro de los seis principales monasterios Gelug del budismo tibetano. Se ubica a solo 3 km al norte de Lhasa, al pie del Monte Sera. Fue fundado en 1419 por Jamchen Chöje Shakya Yeshe, discípulo de Tsongkhapa, siendo el más reciente de los Tres Grandes Monasterios de Lhasa.

    El monasterio alberga decenas de miles de estatuas de deidades Vajrayana, muchas de ellas elaboradas en el Tíbet, aunque algunas fueron traídas de China e India. Sus salas están decoradas con coloridos murales, y una de las estatuas más famosas es la del “Rey Hayagriva” (deidad con cabeza de caballo). También conserva una edición del Kangyur, el primer canon budista tibetano impreso en madera, otorgado por el emperador Yongle de la dinastía Ming.

    Sera es especialmente conocido por sus debates filosóficos monásticos, una práctica esencial en la formación budista. Cada tarde, los monjes se reúnen en el patio para debatir activamente usando gestos teatrales como palmadas o mover rosarios, una experiencia fascinante tanto espiritual como cultural para los visitantes.

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  • Day 4

    Lago Yamdrok – Glaciar Karola – Hotel en Shigatse

    Traslado + Visita + Comidas: Total 10 horas, 370 km, altitud 3.650 m – 4.980 m – 3.800 m

    Lago Yamdrok (羊卓雍措)
    Yamdrok, que en tibetano significa “Lago del Cisne”, es uno de los tres lagos sagrados del Tíbet y el mayor lago de agua dulce de la región. Dentro del lago se encuentran más de una decena de pequeñas islas, y sus aguas color turquesa, limpias y cristalinas, junto al paisaje montañoso que lo rodea, ofrecen una vista verdaderamente pintoresca.

    Yamdrok es un lago de represa natural de gran altitud, que se formó hace millones de años a causa de aludes de lodo glacial que bloquearon un río. Su forma es muy irregular, con numerosos ramales y orillas serpenteantes. Está conectado con tres lagos más pequeños: Kongmu Tso, Chen Tso y Gyü Tso.

    Históricamente, Yamdrok fue un lago exorreico, es decir, sus aguas fluían hacia el río Yarlung Tsangpo (Brahmaputra) a través del río Moqu. Sin embargo, debido al descenso del nivel del agua, se convirtió en un lago endorreico, dividido en varias secciones, con una diferencia de altura de no más de 6,5 metros entre ellas.

    Sus aguas son tranquilas como un espejo, y las orillas, ricas en pastos, hacen de este lago un fértil pastizal de alta montaña. El pueblo tibetano alaba Yamdrok con cantos tradicionales que dicen:

    “Un paraíso en el cielo, Yamdrok en la tierra.
    Estrellas en el firmamento, ganado a la orilla del lago.”

    Durante el invierno, el lago se congela, asemejándose a una doncella vestida de blanco que descansa en el regazo de las montañas del Himalaya. A finales de la primavera y comienzos del verano, los pastores trasladan su ganado a las islas del lago para que puedan pastar libremente. El verano es la temporada ideal para el pastoreo, y al comenzar el invierno, personas y animales regresan a tierra firme.

    Además, Yamdrok es un rico depósito natural de peces. Sus aguas están repletas de plancton y alimento, atrayendo cardúmenes que se desplazan a zonas poco profundas en verano para alimentarse y desovar. En algunos casos, es posible atraparlos incluso con las manos. Debido a que la mayoría de los tibetanos, por razones religiosas, no consume pescado, el lago se ha convertido en un verdadero santuario acuático.

    En particular, abunda una especie llamada carpa desnuda del altiplano, apreciada por su carne suave y sabrosa. Se estima que el lago contiene más de 800 millones de kilos de peces, razón por la cual se lo conoce como el
    “depósito de peces del Tíbet”.

    Glaciar Karola (卡若拉冰川)
    El Glaciar Karola se ubica en la frontera entre los condados de Langkazi y Gyangzê, en la región de Shannan, al sur del Tíbet, a unos 71 kilómetros de la ciudad de Gyangzê. Es uno de los tres mayores glaciares continentales del Tíbet y constituye la fuente oriental del río Nyangchu. Se encuentra cerca del lago Yamdrok, y el paisaje bajo su lengua glaciar es especialmente impresionante.

    Como glaciar continental, el Karola destaca por su enorme lengua de hielo, su lago glaciar de un azul profundo, y las montañas nevadas que lo rodean, lo que crea una escena natural de una belleza sobrecogedora. Es un lugar perfecto para contemplar la majestuosidad del hielo y la fuerza escultórica de la naturaleza.

    Debido a su alta altitud, los visitantes deben estar atentos a los posibles síntomas del mal de altura, y prepararse con ropa adecuada y medidas preventivas. Además, las condiciones climáticas variables pueden afectar el horario de acceso, por lo que se recomienda consultar el pronóstico del tiempo y el estado del sitio turístico antes del viaje.

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  • Day 5

    Shigatse – Lhasa

    Traslado + Visita + Comidas: Total 9 horas, 270 km, altitud 3.800 m – 3.650 m

    Monasterio de Tashilhunpo (Tashilhunpo Monastery)
    El Monasterio de Tashilhunpo, cuyo nombre en tibetano significa “Monte Meru de la Buena Fortuna”, se encuentra en la ladera del monte Niser, en la ciudad de Shigatse, Tíbet. Es uno de los seis grandes monasterios de la escuela Gelug del budismo tibetano, y fue fundado en el año 1447, durante el duodécimo año del reinado Zhengtong de la dinastía Ming.

    El monasterio ocupa una superficie de aproximadamente 150.000 metros cuadrados, con 57 residencias monásticas y más de 3.600 salas y edificios religiosos. Su arquitectura combina de forma armoniosa el estilo tradicional tibetano con elementos simbólicos del budismo, y refleja con gran elegancia el arte religioso del budismo tibetano y la solemnidad de las stupas funerarias de los Panchen Lamas.

    Uno de sus mayores tesoros es la estatua de Jampa (Buda Maitreya) de bronce dorado más alta del mundo, que alcanza los 26,2 metros de altura. Se dice que 110 artesanos trabajaron durante cuatro años para completarla, utilizando grandes cantidades de oro y piedras preciosas, lo que le confiere un inmenso valor espiritual y artístico.

    El complejo monástico se construyó aprovechando la pendiente de la montaña, con salas, callejones y templos conectados entre sí. Desde lejos, se pueden apreciar las paredes blancas, ventanas negras, techos dorados y muros rojos, que se superponen de forma ordenada, creando una visión majestuosa y armoniosa.

    Un visitante describió el Monasterio de Tashilhunpo de la siguiente manera:

    “Sin duda, es el monasterio más auténtico y con más alma que visité en todo mi viaje por el Tíbet. Aunque no es tan famoso como el Palacio de Potala o el Templo Jokhang, tampoco está tan lleno de turistas ni se siente tan comercial.

    Apenas había visitantes; quienes caminaban por allí eran monjes o habitantes de las aldeas cercanas. En marzo y abril, el clima cambia constantemente: por un lado florecen los duraznos y ciruelos, y por el otro cae una nevada intensa. Los muros bermellón del monasterio se ven aún más vivos bajo la nieve. A lo lejos, suena una campana con solemnidad, y cientos de palomas cruzan los tejados dorados como si fueran un mensaje divino.”

    Un viaje espiritual a través del tiempo y la historia, el Monasterio de Tashilhunpo no solo cautiva con su arquitectura imponente y su profunda herencia cultural, sino que también permite experimentar de cerca la hospitalidad y sencillez del pueblo tibetano.

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  • Day 6

    Damxung – Namtso – Lhasa

    Traslado + Visita + Comidas: Total 10 horas, 460 km, altitud 5.190 m – 3.600 m

    Lago Namtso
    Namtso, cuyo nombre en tibetano significa “Lago Celestial”, es el tercer lago salado más grande de China y también el lago salado situado a mayor altitud del mundo. Forma parte de los tres grandes lagos sagrados del Tíbet, y se encuentra abrazado por la majestuosa montaña sagrada Nyainqêntanglha, en una escena de perfecta armonía entre el agua y la tierra.

    Según antiguas leyendas tibetanas, la montaña Nyainqêntanglha y el lago Namtso son amantes eternos, una pareja que comparte destino más allá de la vida y la muerte. Esta historia de amor, profundamente arraigada en la tradición local, sigue siendo contada hasta hoy, otorgando al lugar un aire romántico y místico.

    Namtso es famoso por sus colores cambiantes: a veces azul zafiro, otras veces verde esmeralda, como si fuera un lienzo vivo pintado por la naturaleza. Al caer la noche, el reflejo del cielo estrellado sobre las aguas del lago crea una atmósfera mágica y contemplativa que deja sin palabras a quienes la presencian.

    Pero además de su belleza paisajística, Namtso es hogar de un ecosistema diverso y bien conservado. Aquí habitan numerosas especies raras y en peligro de extinción, como la mayor colonia de grullas de cuello negro del mundo, así como antílopes tibetanos, leopardos de las nieves, entre otros.

    Uno de los paisajes más emblemáticos es la llamada Puerta Celestial del Elefante Sagrado, una enorme formación rocosa natural situada entre las montañas nevadas. Cuando el sol la ilumina, la estructura se asemeja a un gran elefante sagrado que custodia esta tierra mística, motivo por el cual recibe su nombre.

    Este viaje te brindará una experiencia inolvidable de conexión con la naturaleza y la cultura local. Puedes participar en actividades tradicionales con los pastores tibetanos, como el pastoreo o la recolección de agua, e incluso acampar junto al lago, disfrutando de una noche romántica bajo un cielo estrellado.

    En Namtso no solo encontrarás belleza natural, sino también calidez humana, espiritualidad y autenticidad tibetana: una experiencia que cumple con todo lo que un viajero puede desear.

    En los días despejados, Namtso es tan deslumbrante que ninguna cámara puede capturar realmente su esplendor. El clima es agradable —basta con llevar una chaqueta ligera—, pero es fundamental protegerse del sol, ya que la radiación UV es muy intensa a esta altitud.

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