Gran Tour de 10 Días por el Tíbet: Lhasa, Nyingchi, Shigatse y Campo Base del Everest

  • Descubre la historia profunda de Lhasa en el Palacio de Potala y el Templo Jokhang, encuentra paisajes poéticos en Nyingchi, siente lo sagrado en el Monasterio de Tashilhunpo en Shigatse, y maravíllate con la majestuosidad del Everest en su Campamento Base.

    Comienza tu viaje en Lhasa, continúa hacia Nyingchi para disfrutar de cañones, bosques y lagos sagrados. Luego visita Shigatse y dirígete al Campamento Base del Everest para contemplar su imponente belleza. Vuelve a casa con recuerdos inolvidables.


  • Day 1

    Llegada a Lhasa

    Trayecto: aproximadamente 1 hora, Distancia: 60 km, Altitud: 3600 m

    Hoy llegas a Lhasa, conocida como la “Ciudad del Sol”. Tu guía tibetano te recibirá calurosamente con una tradicional khata, una bufanda blanca que simboliza pureza y bendiciones. De camino al centro de la ciudad, cruzarás el Puente del Río Lhasa, donde un paisaje totalmente diferente al del interior de China comenzará a desplegarse ante tus ojos: cielos despejados, aguas azul profundo y banderas de oración ondeando al viento. Finalmente has llegado a la ciudad sagrada con la que tanto soñabas. Tras registrarte en el hotel, descansa para aclimatarte a la altitud.

    Lhasa es la capital de la Región Autónoma del Tíbet y su centro político, económico y cultural. Esta ciudad antigua y misteriosa es también un centro espiritual del budismo tibetano, con un profundo legado histórico, tradiciones religiosas vivas y paisajes naturales imponentes.

    Ubicación geográfica
    Lhasa se encuentra en el suroeste de China, al sureste de la Región Autónoma del Tíbet, en la parte alta del río Lhasa, afluente del Yarlung Tsangpo (río Brahmaputra). Su altitud promedio es de aproximadamente 3.650 metros, lo que la convierte en una de las ciudades más altas del mundo.

    Historia y cultura
    Famosa por sus paisajes pintorescos, su larga historia, costumbres únicas y profunda espiritualidad, Lhasa ha sido reconocida con numerosos títulos: “Ciudad Turística Excelente de China”, “Ciudad Favorita de los Turistas Europeos”, “Ciudad Civilizada Nacional”, “Ciudad Más Segura de China”, y ha sido incluida entre las “200 Ciudades con Más Encanto del Mundo” y las “100 Ciudades Imperdibles de China en 2018”.

    Lugares turísticos
    Lhasa alberga numerosos sitios históricos y religiosos. El Palacio de Potala, el Templo de Jokhang y el Palacio de Norbulingka están inscritos como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Otros lugares destacados incluyen el Monasterio de Drepung, el Monasterio de Sera, el Templo de Ramoche, el Parque Zongjiao Lukang, las Tumbas de los Reyes Tibetanos, el Monasterio de Chubu, la Gran Mezquita de Lhasa, las Ruinas de Qugong, el Museo del Tíbet, el Monte Yaowang, y el conjunto de monasterios de la escuela Drigung Kagyu. Las principales zonas comerciales son la calle Barkhor, la calle peatonal Yutuo y los Grandes Almacenes de Lhasa.

    Gastronomía local
    En Lhasa, comienza el día como un local con un tazón de fideos tibetanos y una taza de té dulce. Al recorrer las calles, verás con frecuencia puestos de liangfen (fideos fríos de gelatina), ya sea en tiras o en pasta. Se sirven con ajo, chile y otros condimentos, formando una comida sencilla pero sabrosa.

    En las primeras horas del día, muchos tibetanos también beben el tradicional té con mantequilla de yak, una bebida salada hecha con té negro, mantequilla y sal, ideal para calmar el hambre y mantenerse caliente. Otro alimento básico es el tsampa, preparado con harina de cebada tostada mezclada con té de mantequilla. La cebada tibetana es el principal cultivo del altiplano y un pilar fundamental de la dieta local.

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  • Day 2

    Palacio de Potala – Templo Jokhang – Calle Barkhor – Hotel

    Transporte + Visitas + Comidas, duración total: 9 horas, recorrido: 100 km, altitud: 3650 m

    Palacio de Potala (布达拉宫)
    El Palacio de Potala se encuentra en la colina Marpori («Colina Roja»), al noroeste del centro de Lhasa, capital de la Región Autónoma del Tíbet, en China. Es un majestuoso complejo arquitectónico en forma de palacio-fortaleza, construido originalmente en el siglo VII por el rey tibetano Songtsen Gampo con motivo de sus matrimonios con la princesa Bhrikuti de Nepal y la princesa Wencheng de la dinastía Tang.

    Reconstruido en el siglo XVII, se convirtió en la residencia de invierno de los Dalái Lamas y en el centro del poder político y religioso del Tíbet. Hoy en día, es considerado el palacio más alto del mundo, uno de los más grandes de su tipo y uno de los símbolos arquitectónicos más representativos del Tíbet.

    Su estilo arquitectónico fusiona influencias del Tíbet, China (Tang), Nepal e India, convirtiéndolo en un lugar sagrado del budismo tibetano y en un patrimonio cultural de gran importancia histórica. Actualmente, está compuesto por el Palacio Blanco, que servía para funciones administrativas, y el Palacio Rojo, dedicado a actividades religiosas.

    El palacio aún alberga a unos 80 monjes residentes. Durante la visita, es habitual ver a monjes barriendo, rezando o recitando sutras. Más que un «museo lleno de tesoros», el Potala es en realidad un enorme templo vivo, con incontables escrituras sagradas, estatuas de Buda y estupas que guardan las reliquias de grandes lamas y maestros espirituales.

    Multitudes de fieles tibetanos lo visitan en peregrinación, recitando mantras, girando ruedas de oración y realizando postraciones completas. Con devoción, tocan con las manos, la frente o el cuerpo las banderas, puertas y suelos frente a las estatuas sagradas del templo.

    Templo de Jokhang (大昭寺)
    El Templo de Jokhang es uno de los templos más sagrados del budismo tibetano, con una enorme relevancia religiosa tanto en el Tíbet como a nivel internacional.

    Centro espiritual del budismo tibetano
    Construido durante el reinado del rey Songtsen Gampo, el Jokhang representa la introducción y expansión del budismo en el Tíbet. Se le considera el corazón espiritual del Tíbet.

    Centro de enseñanza y práctica religiosa
    El templo también actúa como centro educativo monástico, donde los lamas estudian las escrituras budistas, la filosofía y realizan prácticas religiosas diarias y rituales sagrados.

    Destino de fe y peregrinación
    El Jokhang recibe cada día a miles de peregrinos que vienen a rezar, ofrecer incienso y circumvalar el templo en busca de paz interior, sabiduría y bendiciones espirituales.
    En 1994, el templo fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destacando su valor artístico, arquitectónico y religioso en el contexto global.

    Calle Barkhor (八廓街)
    La Calle Barkhor (también conocida como Bakuo) es el centro espiritual y cultural del casco antiguo de Lhasa. Rodea el Templo de Jokhang y forma un tradicional circuito de peregrinación (kora) donde la fe y la vida cotidiana se entrelazan con armonía.

    Pasear por Barkhor es como entrar en un mundo atemporal lleno de espiritualidad, historia y color.

    Paraíso de compras
    A lo largo de la calle encontrarás tiendas y puestos que venden objetos rituales budistas, trajes tradicionales tibetanos y artesanías locales. Destacan las thangkas (pinturas religiosas), joyería artesanal, ruedas de oración y artículos en cobre, ideales como recuerdo o para devotos.

    Sabores del Tíbet
    Barkhor también es un lugar excelente para degustar la gastronomía tibetana. Prueba el té de mantequilla de yak, la cerveza de cebada (chang), pasteles tibetanos y otros platos típicos que ofrecen una experiencia culinaria única.

    Experiencia cultural viva
    Más que un mercado, Barkhor es un museo al aire libre de la cultura budista tibetana. A lo largo de la ruta descubrirás templos antiguos, altares, murales, estandartes de oración y casas tradicionales que reflejan la rica herencia espiritual y arquitectónica de la región.

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  • Day 3

    Lhasa – Nyingchi

    Transporte, visitas y comidas: Aproximadamente 9 horas, 500 km de recorrido, altitud de 3.650 m a 2.900 m

    Lago Basong Tso – “La pequeña Suiza del Tíbet” | Un paraíso natural con montañas, bosques y templos sagrados
    Apodado “la pequeña Suiza del Tíbet”, el Lago Basong Tso (巴松措) es un impresionante destino turístico que integra montañas nevadas, lagos prístinos, bosques densos, cascadas, pastizales alpinos, reliquias históricas y antiguos monasterios budistas. Ha sido reconocido por la Organización Mundial del Turismo como destino turístico global, y también es un Parque Forestal Nacional de China, considerado “el paraíso de los excursionistas”.

    Las aguas del lago, de un azul intenso, descansan plácidamente al pie de los glaciares, reflejando las montañas nevadas y creando una atmósfera mágica. Todavía poco frecuentado, mantiene un aire de aislamiento y tranquilidad.

    La Isla Tashi, situada en el corazón del lago, se asemeja a una joya incrustada en aguas esmeralda. Para obtener la mejor vista, se recomienda ascender por los bosques detrás del resort de Basong Tso. En la isla se encuentra el Monasterio Tsozong Gongba, un sitio sagrado de la escuela Nyingma del budismo tibetano, donde también se puede ver el legendario “pino abrazado por melocotoneros”.

    Durante el trayecto, se puede disfrutar del hermoso Valle del río Niyang, con sus bosques vírgenes, prados verdes y manadas de yaks y ovejas pastando libremente.

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  • Day 4

    Nyingchi – Monte Sejila – Bosque de Lulang – Pueblo de Lulang

    Transporte + Visitas + Comidas: Duración total de 8 horas, aproximadamente 200 km, con altitud de 2900 m subiendo a 4720 m y regresando a 2900 m.

    【Monte Namcha Barwa (南迦巴瓦峰)】
    El Monte Namcha Barwa, ubicado en la región de Nyingchi, Tíbet, alcanza los 7.782 metros sobre el nivel del mar y es considerado una de las montañas más hermosas de China, conocida como «la lanza que atraviesa el cielo». Situado en la confluencia de las cordilleras del Himalaya, Nyenchen Tanglha y Hengduan, el Namcha Barwa es famoso por su forma imponente y su atmósfera mística. A menudo cubierto de niebla, avistar su cumbre despejada se considera un símbolo de buena suerte. El mejor lugar para admirarlo es el Paso de Sejila, ideal para observar el amanecer, los mares de nubes y los imponentes picos nevados.

     

    【Bosque de Lulang (鲁朗林海)】
    El Bosque de Lulang, cuyo nombre en tibetano significa «Valle del Rey Dragón», es conocido como la «Suiza del Tíbet» por su exuberante paisaje de bosques alpinos cubiertos de niebla. Situado entre 2.700 y 4.200 metros de altitud, ofrece un clima templado, aire puro y vistas espectaculares durante todo el año. En primavera florecen miles de flores silvestres; en verano predomina el verde; en otoño los bosques se tiñen de tonos dorados; y en invierno, la nieve y el cielo azul crean un paisaje de ensueño. Ideal para caminatas, fotografía de naturaleza y experiencias culturales como el tiro con arco.

     

    【Pueblo de Lulang (鲁朗镇)】
    El pueblo de Lulang, a 3.280 metros de altitud, combina la arquitectura tradicional tibetana con el encanto de un pueblo alpino. Construido junto a un río sereno, rodeado de bosques y montañas nevadas, parece un paisaje sacado de un cuento de hadas. Es un destino perfecto para alojarse y vivir una experiencia cultural auténtica. En particular, la aldea de Zaxigang es ideal para hospedarse en acogedoras casas de huéspedes, especialmente en otoño, cuando los campos de cebada brillan en dorado bajo el sol.

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  • Day 5

    Nyingchi – Garganta de Kading – Lhasa

    Traslado + Visitas + Comidas|Duración total: 10h, 420 km|Altitud: 2.900m → 3.650m

    Valle de Kading|Un Santuario Natural y Espiritual Único en el Tíbet
    El Valle de Kading (卡定沟) es el único lugar del Tíbet donde se combinan paisajes naturales impresionantes con formaciones rocosas que asemejan esculturas sagradas budistas talladas por la naturaleza. Situado en la ciudad de Nyingchi, este paraje es reconocido como un destino turístico de nivel 4A nacional y un auténtico refugio espiritual en las montañas.

    Cascada del Buda Celestial – Belleza Milagrosa de la Naturaleza
    Desde la ladera media de la montaña cae una impresionante cascada de 200 metros de altura, especialmente caudalosa en temporada de lluvias. Lo más sorprendente es la imagen natural de un Buda tallado en la roca, claramente visible en medio del salto de agua, flanqueada por dos figuras guardianas: a la derecha, Baidelamu, una diosa de más de 100 metros de altura con velo, cinturón de seda y un rosario en la mano. A la izquierda, se observa una escultura que representa a Ji Gong inclinándose en adoración, de apariencia igualmente realista.

    Montañas con Espíritu – Piedras que Cobran Vida
    En tibetano, “Kading” significa “paraíso terrenal”. Este valle esculpido por el tiempo y la erosión se presenta como un típico paisaje de cañón, donde las rocas no son solo formaciones geológicas, sino que se consideran deidades talladas en piedra. Desde cerca parecen piedras, pero desde lejos son seres sagrados, águilas o figuras divinas. Aquí, la montaña tiene alma, historia y poder espiritual.

    Un Oasis de Oxígeno Natural
    A pesar de su elevada altitud, el Valle de Kading cuenta con una alta concentración de oxígeno, lo que lo convierte en un verdadero “pulmón natural” ideal para quienes llegan al altiplano. Los visitantes encontrarán en este lugar un ambiente fresco, revitalizante y acogedor.

    Ruta Escénica de 3km – Experiencia Perfecta en una Hora
    El recorrido dentro del valle se realiza por una pasarela circular de unos 3 kilómetros, rodeada de vegetación, cascadas y montañas sagradas. Se puede completar en una hora, siendo una forma ideal de conectar con la naturaleza tibetana sin dificultad.

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  • Day 6

    Lago Yamdrok – Glaciar Karola – Hotel en Shigatse

    Transporte + Visitas + Comidas | Duración total: 10 horas | 370 km | Altitud: 3650m–4980m–3800m

    Lago Yamdrok (羊卓雍措)
    Yamdrok, que en tibetano significa “Lago del Cisne”, es uno de los tres lagos sagrados del Tíbet y el mayor lago de agua dulce de la región. Dentro del lago se encuentran más de una decena de pequeñas islas, y sus aguas color turquesa, limpias y cristalinas, junto al paisaje montañoso que lo rodea, ofrecen una vista verdaderamente pintoresca.

    Yamdrok es un lago de represa natural de gran altitud, que se formó hace millones de años a causa de aludes de lodo glacial que bloquearon un río. Su forma es muy irregular, con numerosos ramales y orillas serpenteantes. Está conectado con tres lagos más pequeños: Kongmu Tso, Chen Tso y Gyü Tso.

    Históricamente, Yamdrok fue un lago exorreico, es decir, sus aguas fluían hacia el río Yarlung Tsangpo (Brahmaputra) a través del río Moqu. Sin embargo, debido al descenso del nivel del agua, se convirtió en un lago endorreico, dividido en varias secciones, con una diferencia de altura de no más de 6,5 metros entre ellas.

    Sus aguas son tranquilas como un espejo, y las orillas, ricas en pastos, hacen de este lago un fértil pastizal de alta montaña. El pueblo tibetano alaba Yamdrok con cantos tradicionales que dicen:

    “Un paraíso en el cielo, Yamdrok en la tierra.
    Estrellas en el firmamento, ganado a la orilla del lago.”

    Durante el invierno, el lago se congela, asemejándose a una doncella vestida de blanco que descansa en el regazo de las montañas del Himalaya. A finales de la primavera y comienzos del verano, los pastores trasladan su ganado a las islas del lago para que puedan pastar libremente. El verano es la temporada ideal para el pastoreo, y al comenzar el invierno, personas y animales regresan a tierra firme.

    Además, Yamdrok es un rico depósito natural de peces. Sus aguas están repletas de plancton y alimento, atrayendo cardúmenes que se desplazan a zonas poco profundas en verano para alimentarse y desovar. En algunos casos, es posible atraparlos incluso con las manos. Debido a que la mayoría de los tibetanos, por razones religiosas, no consume pescado, el lago se ha convertido en un verdadero santuario acuático.

    En particular, abunda una especie llamada carpa desnuda del altiplano, apreciada por su carne suave y sabrosa. Se estima que el lago contiene más de 800 millones de kilos de peces, razón por la cual se lo conoce como el
    “depósito de peces del Tíbet”.

    Glaciar Karola (卡若拉冰川)
    El Glaciar Karola se ubica en la frontera entre los condados de Langkazi y Gyangzê, en la región de Shannan, al sur del Tíbet, a unos 71 kilómetros de la ciudad de Gyangzê. Es uno de los tres mayores glaciares continentales del Tíbet y constituye la fuente oriental del río Nyangchu. Se encuentra cerca del lago Yamdrok, y el paisaje bajo su lengua glaciar es especialmente impresionante.

    Como glaciar continental, el Karola destaca por su enorme lengua de hielo, su lago glaciar de un azul profundo, y las montañas nevadas que lo rodean, lo que crea una escena natural de una belleza sobrecogedora. Es un lugar perfecto para contemplar la majestuosidad del hielo y la fuerza escultórica de la naturaleza.

    Debido a su alta altitud, los visitantes deben estar atentos a los posibles síntomas del mal de altura, y prepararse con ropa adecuada y medidas preventivas. Además, las condiciones climáticas variables pueden afectar el horario de acceso, por lo que se recomienda consultar el pronóstico del tiempo y el estado del sitio turístico antes del viaje.

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  • Day 7

    De Shigatse al Campo Base del Everest

    Traslado + Visitas + Comidas: Total 10 horas, aproximadamente 350 km, altitud de 3.800 m a 5.200 m

    Monte Everest: El Techo del Mundo, un Santuario para Soñadores y Aventureros
    En la vasta extensión del planeta Tierra se alza una montaña que toca las nubes y domina todos los horizontes: el Monte Everest, conocido como el «Techo del Mundo». Con una altitud de 8.848,86 metros (superficie de nieve) y 8.844,43 metros (superficie rocosa), es la cima más alta del mundo y un destino sagrado para exploradores, montañistas y viajeros que buscan superar límites y alcanzar sueños.

    La majestuosidad del Everest no reside solo en su altura, sino en su imponente paisaje glaciar, condiciones climáticas extremas y su aura de misterio. La cima está cubierta de nieve durante todo el año, con glaciares gigantes y crestas escarpadas que forman un mundo helado fascinante. Bajo la luz del sol, la montaña brilla como un diamante entre el cielo y la tierra, y por la noche, bajo un manto de estrellas, ofrece una belleza sublime e inolvidable.

    Sin embargo, escalar el Everest es uno de los mayores desafíos que puede afrontar un ser humano. El clima hostil, los vientos intensos, las tormentas de nieve y la baja concentración de oxígeno ponen a prueba tanto el cuerpo como la mente. Pero es precisamente esta dificultad la que atrae a miles de aventureros cada año. Con determinación y valentía, suben paso a paso hasta la cumbre, experimentando una emoción incomparable de logro y superación personal.

    El Everest no es solo una montaña, es un símbolo de inspiración, ambición y el poder de los sueños. En tibetano se llama «Qomolangma», que significa “Madre de la Tierra”. Está situado en la frontera entre China (Tíbet) y Nepal, y es el pico principal de la cordillera del Himalaya. Su ecosistema es único y alberga especies raras, pero también enfrenta amenazas crecientes debido al cambio climático, el retroceso de los glaciares y la actividad humana.

    Muchos visitantes se dirigen al Campamento Base del Everest (EBC) para observar de cerca esta maravilla natural. El mejor momento para admirarlo es al amanecer o dos horas antes del atardecer, cuando el sol tiñe la cima con tonos dorados en un fenómeno conocido como “Montaña Dorada al Amanecer” (日照金山).

    Un viajero compartió su experiencia:

    «A las dos de la madrugada, a -5 °C, contemplé el cielo estrellado desde los pies del Everest. Ninguna foto puede capturar la emoción de ese momento. Fue la experiencia más romántica de mi vida.»

    Cuando el paisaje se despliega en todo su esplendor, el tiempo parece detenerse. El Everest nos inspira a soñar, a explorar, y a buscar nuestras propias cimas, tanto exteriores como interiores.

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  • Day 8

    Campamento Base del Everest – Paso Gawu La – Shigatse|Un Viaje por la Cima del Mundo

    Traslado + Visitas + Comidas|Aprox. 7 horas|Distancia: 350 km|Altitud: 5200 m → 3800 m

    Paso de Gyawu La: El único mirador del mundo con vistas a cinco picos de más de 8000 metros
    El Paso de Gyawu La, ubicado a 5210 metros de altitud, es una parada imperdible en la ruta desde el condado de Dingri hasta el campamento base del Everest. Este mirador es famoso por ser el único lugar en el mundo desde donde se pueden observar cinco montañas de más de 8000 metros de altura: Makalu, Lhotse, Everest, Cho Oyu y Shishapangma.

    Al amanecer, los picos nevados se iluminan con la luz dorada del sol, creando el fenómeno conocido como “montañas doradas” (日照金山). Según la tradición china, ver esta escena trae buena suerte, y los locales creen que las montañas pueden escuchar tus deseos.

    El Paso de Gyawu La cuenta con dos plataformas de observación, siendo la principal ubicada en la cima del paso, desde donde se tiene una vista despejada e impresionante de la cordillera del Himalaya. En días despejados, el espectáculo de las montañas cubiertas de nieve tocadas por el sol es una experiencia espiritual y conmovedora.

    Un viajero comentó:
    “Hoy ha sido otro día en el que la naturaleza me ha conmovido profundamente. Por un instante, sentí que ofrecía mi alma a estas montañas sagradas. Comparto con ustedes mi foto del amanecer dorado — que todos sus deseos se hagan realidad.”

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  • Day 9

    De Shigatse a Lhasa

    Traslado + Visitas + Comidas: Total 9 horas, 270 km, altitud de 3800m a 3650m

    Monasterio de Tashilhunpo (Tashilhunpo Monastery)
    El Monasterio de Tashilhunpo, cuyo nombre en tibetano significa “Monte Meru de la Buena Fortuna”, se encuentra en la ladera del monte Niser, en la ciudad de Shigatse, Tíbet. Es uno de los seis grandes monasterios de la escuela Gelug del budismo tibetano, y fue fundado en el año 1447, durante el duodécimo año del reinado Zhengtong de la dinastía Ming.

    El monasterio ocupa una superficie de aproximadamente 150.000 metros cuadrados, con 57 residencias monásticas y más de 3.600 salas y edificios religiosos. Su arquitectura combina de forma armoniosa el estilo tradicional tibetano con elementos simbólicos del budismo, y refleja con gran elegancia el arte religioso del budismo tibetano y la solemnidad de las stupas funerarias de los Panchen Lamas.

    Uno de sus mayores tesoros es la estatua de Jampa (Buda Maitreya) de bronce dorado más alta del mundo, que alcanza los 26,2 metros de altura. Se dice que 110 artesanos trabajaron durante cuatro años para completarla, utilizando grandes cantidades de oro y piedras preciosas, lo que le confiere un inmenso valor espiritual y artístico.

    El complejo monástico se construyó aprovechando la pendiente de la montaña, con salas, callejones y templos conectados entre sí. Desde lejos, se pueden apreciar las paredes blancas, ventanas negras, techos dorados y muros rojos, que se superponen de forma ordenada, creando una visión majestuosa y armoniosa.

    Un visitante describió el Monasterio de Tashilhunpo de la siguiente manera:

    “Sin duda, es el monasterio más auténtico y con más alma que visité en todo mi viaje por el Tíbet. Aunque no es tan famoso como el Palacio de Potala o el Templo Jokhang, tampoco está tan lleno de turistas ni se siente tan comercial.

    Apenas había visitantes; quienes caminaban por allí eran monjes o habitantes de las aldeas cercanas. En marzo y abril, el clima cambia constantemente: por un lado florecen los duraznos y ciruelos, y por el otro cae una nevada intensa. Los muros bermellón del monasterio se ven aún más vivos bajo la nieve. A lo lejos, suena una campana con solemnidad, y cientos de palomas cruzan los tejados dorados como si fueran un mensaje divino.”

    Un viaje espiritual a través del tiempo y la historia, el Monasterio de Tashilhunpo no solo cautiva con su arquitectura imponente y su profunda herencia cultural, sino que también permite experimentar de cerca la hospitalidad y sencillez del pueblo tibetano.

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  • Day 10

    Traslado al Aeropuerto de Lhasa

    El guía lo acompaña al aeropuerto — el tiempo vuela y comienza su regreso a casa. Con el corazón lleno de recuerdos y en armonía con la naturaleza, el viaje termina, pero la vitalidad y la belleza de la vida continúan en su interior. ¡Siempre será bienvenido de nuevo a Lhasa! ¡Tashi Delek!

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