Esta es una zona húmeda de protección nacional, rodeada de extensas praderas que sirven como hábitat para especies como el antílope tibetano y el asno salvaje. Para conservar el entorno natural, la mayoría de las infraestructuras turísticas y viviendas cercanas al Lago Zhari Namco han sido abandonadas, permaneciendo solo algunos nómadas tibetanos que pastorean en la zona. Como lago salado, sus aguas presentan un degradado de azul zafiro a azul hielo bajo la luz solar, generando la sensación de estar junto al mar. Es fundamental llevar ropa abrigada y a prueba de viento, especialmente un gorro térmico, ya que los vientos son muy fuertes y pueden causar dolor de cabeza o mal de altura.