Contexto Histórico de la Princesa Wencheng
La Princesa Wencheng, cuyo nombre de nacimiento era Li Xueyan, nació alrededor del año 623 y pertenecía a la familia imperial de la dinastía Tang. Desde joven fue reconocida por su inteligencia, belleza y devoción budista. En el año 640, el emperador Taizong emitió un edicto imperial convocándola desde Renzhou (actual Jining, Shandong) a Chang’an, otorgándole el título de “Princesa Wencheng” para casarse con el rey del Tíbet. En el año 641, partió de Chang’an acompañada por el príncipe Li Daozong y el enviado tibetano Gar Tongtsen. El rey tibetano Songtsen Gampo la recibió personalmente en el lago Bái (actual Mado, Qinghai) y juntos viajaron a Lhasa. Este episodio se convirtió en un símbolo de la amistad y el intercambio cultural entre China y el Tíbet.
La Princesa Wencheng vivió en el reino tibetano (Tubo) durante casi 40 años y fue siempre profundamente respetada. Trajo consigo una dote espléndida que incluía una estatua de Buda Shakyamuni, tesoros valiosos, estanterías de jade y oro con escrituras, joyas finas, ingredientes culinarios y cojines de seda. Gracias a su influencia, técnicas chinas como la molienda, el tejido, la cerámica, la fabricación de papel y la fermentación se difundieron en el Tíbet. Además, los textos literarios, agrícolas, sutras budistas, libros históricos, médicos y calendarios que llevó consigo impulsaron el desarrollo económico y cultural del Tíbet, fortaleciendo la amistad entre los pueblos han y tibetano.