Monte Namcha Barwa – El Jardín Sagrado del Himalaya Oriental
Desde la antigüedad, este imponente pico ha sido objeto de profunda reverencia y admiración. Desde la cima del Monte Nai Peng, se extienden dos crestas en forma de «V» hacia el sureste y suroeste; la cresta noroeste cuenta con dos cumbres nevadas de 6.936 m y 7.146 m de altura. Los tres principales flancos del Monte Namcha Barwa han sido esculpidos por el hielo y la nieve en acantilados empinados y erosionados, siendo la ladera occidental la más destacada. La roca madre está expuesta, con canales marcados por antiguas avalanchas, y los valles están cubiertos de enormes glaciares.
En la vertiente sur, por debajo de los 1.100 metros, el clima es cálido y lluvioso, perteneciente a la zona de selva tropical de montaña baja. A menos de 500 metros, prosperan bosques tropicales perennes, con árboles como el Dipterocarpus y la Shorea. Más arriba, se desarrollan selvas semi-perennes con especies como el Terminalia, Lagerstroemia microcarpa y Altingia. En estas selvas oscuras y húmedas abundan lianas, plantas epífitas y vegetación exuberante como ratán, palmas sagú, palmas cola de pez y pandanus, muy similares al paisaje tropical de Xishuangbanna, en la provincia china de Yunnan.
Por encima de los 4.000 metros, se encuentra la zona alpina de arbustos y praderas. Esta área parece un jardín suspendido en la cima del mundo, donde florecen rododendros de todos los colores — amarillos, verdes, rojos, rosados — que tiñen las laderas con tonos vibrantes. Entre los arbustos se mezclan flores silvestres delicadas como primaveras, anémonas, amapolas azules, potentillas, ranúnculos, tusilagos y muchas más, creando un paisaje de ensueño.